Sommelier y emprendedora nata.

La sommellerie es un eslabón más de esta virtuosa cadena de la vid y el vino. Los sommeliers llegan para sumar, para acercar, para comunicar, para maridar. Son quienes cuentan las historias que se atesoran en cada copa y así conectan el fruto de la tierra con el alma de quien la bebe y la disfruta.

En Argentina, la sommellerie resulta ser una joven profesión, sembrada allá por 1999 de la mano de Marina Beltrame. Y en este recorrido de más de dos décadas, el crecimiento ha sido sorprendente. El interés y el reconocimiento también van en ascenso. La sommellerie nacional tiene un lugar en el mundo, con dignos representantes que nos llenan de orgullo.

Esa energía y proyección es la que transmite Marcela Rienzo, flamante presidenta de la Asociación Argentina de Sommeliers.

Graduada en 2008 en la Escuela Argentina de Sommeliers (EAS), Marcela ocupa el puesto que hasta ahora desempeñó Matias Prezioso y es la encargada de comandar -junto a un gran equipo- la asociación de sommeliers más grande de Argentina -con más de 700 socios activos- y la única reconocida internacionalmente.  

Para celebrar el Día del Sommelier, la convocamos a Marcela para compartir su visión sobre la profesión y contarnos más acerca de ella y sus proyectos.

  • Vino, gastronomía y comunicación: tres temas que forman parte de tus amores. ¿Dónde nacen esas vocaciones?

No sé de dónde nace la vocación, no es algo familiar, ni que tenga que ver con mi historia. La comunicación tal vez sí, porque tengo en mi entorno personas que se dedican a la publicidad y al marketing.  Pero, respecto de la gastronomía no había ningún vínculo previo. Y hoy lo que más me gusta hacer es comunicar sobre gastronomía y vinos. Los sommeliers somos gastronómicos, como todos los que nos dedicamos al vino. Y tuve la suerte de descubrir esta vocación de grande. A los 30 y pico decidí emprender este camino… que no puedo decir cuándo empezó, ni cómo.

  • ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo como sommelier? ¿Hay algún aspecto que te disgusta?

Lo que más me gusta de este trabajo es estar en contacto con la gente, aprender sobre las historias que están detrás de cada botella, de cada viñedo, de cada productor; y disgustarme no me disgusta nada. A veces se me sobreponen las cosas porque tengo muchas actividades y eso hace que no pueda darle el tiempo que cada una se merece.

  • ¿Cómo ves a la sommellerie argentina? ¿Cómo “venderías” esta profesión a quienes puedan estar interesados en elegirla?

La sommellerie en Argentina es una profesión que ha crecido mucho en los últimos años. Creo que no le vendería la sommellerie a nadie que no quiera ser parte de esta profesión. Lo que me gusta es contar que se trata de una profesión hermosa, que tiene que ver con el servicio, con querer conmover a la gente a la que uno llega con cada vino.  En Argentina hay muchas pruebas de que somos un país que tenemos que una buena sommellerie, que cada día crece más. Y mi manera de entusiasmar a alguien es mostrando que seguimos creciendo y que es un trabajo que te permite relacionar a las personas con momentos placenteros.

  • ¿Qué objetivos persigue la Asociación de Sommeliers y cuáles son tus metas como nueva presidenta?

La Asociación Argentina de Sommeliers es una organización sin fines de lucro que nuclea a todos los sommeliers profesionales de Argentina, es la más grande del país y la única reconocida por la Asociación Internacional de Sommeliers. Tenemos estándares de profesionalización que sostenemos y respetamos. La meta es continuar con el trabajo que se ha venido realizando en los últimos años, lograr hacer más cosas, que seamos más federales, y que tengamos más actividades de calidad para nuestros socios. Y hacia afuera queremos comunicar la profesión, concientizar a los dueños de restaurantes, vinotecas y a la industria en general de la importancia del trabajo del sommelier y de la cultura del vino en Argentina.

  • ¿Qué considerás que aportan la formación y conocimiento en la comunicación del vino?

La formación y el conocimiento son fundamentales, sobre todo en nuestra profesión, donde no hay un título habilitante y cualquiera puede hacer un curso de 2 o 3 meses y decir que es sommelier. En este sentido, desde la asociación queremos que esas personas sigan capacitándose, como nos seguimos formando todos, ya que nunca dejamos de investigar, de preguntar, de aprender. En la asociación estamos convencidos de que la manera de hacer crecer a nuestra profesión es con la capacitación continua. Por eso ofrecemos charlas, master classes, catas y exámenes de validación para sommeliers recibidos en escuelas no avaladas, que te permiten chequear tus conocimientos. La formación es fundamental para que un sommelier trabaje tranquilo, pueda sentirse honrado y honrar la profesión.

¿Su cara te suena?

A Marcela Rienzo la pueden haber visto en la televisión hablando de vinos y gastronomía. Porque hace 6 años trabaja en el programa Cocineros Argentinos, que se emite por la pantalla de la Televisión Pública. “Soy la única sommelier hablando en televisión abierta sobre el vino argentino y eso me genera mucho orgullo. Cuando me llamaron por primera vez mi objetivo era que los productores del programa me consideraran como parte de la gastronomía y lo logré. Soy parte del staff del programa, eso me hace sentir muy orgullosa porque le da visibilidad a la industria del vino y también a la profesión del sommelier”, enfatiza Marcela.  

Y como toda buena emprendedora, Marcela también es conocida por un proyecto llamado “Spiritu”, una caja de aromas que funciona como un entretenido instrumento educativo, que permite mejorar la percepción, identificar y memorizar los diferentes aromas, para poder después reconocerlos en el vino. “Spiritu es el primer kit de entrenamiento sensorial de Argentina, especializado en los aromas de los terruños argentinos y es algo que estoy relanzando próximamente”, comenta la sommelier.

Otra de las iniciativas recientes de Marcela Rienzo es “Chin Chin, el vino es fácil”, un libro escrito para que todos nos enamoremos del vino como un día lo hizo Marcela. Con datos, anécdotas, ejemplos, consejos e historias, nuestra entrevistada buscó con su libro “acercar el vino a la gente de una manera descontracturada y coloquial”.

Para finalizar esta charla le preguntamos a Marcela cuál es su visión sobre la mujer en la industria del vino. Su respuesta fue muy concreta: “en la industria del vino se está visibilizando el lugar que las mujeres tenemos desde la fundación de la vitivinicultura en la Argentina. Nuestro trabajo es hacer más visible el rol de la mujer en la industria, porque presentes hemos estado siempre”.

Para conocer más sobre la Asociación Argentina de Sommeliers podés ingresar al siguiente enlace: http://www.aasommeliers.com.ar/

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