¿Qué son? ¿Qué beneficios aportan?
Micorriza es un término acuñado por el botánico Albert Bernard Frank en 1885, que significa literalmente “hongo-raíz”. Se refiere a la estructura resultante de la unión simbiótica entre el micelio de un hongo y las raíces de plantas terrestres. En esta unión, ambos se benefician mutuamente.
Esta simbiosis o mutualismo le permite al hongo alimentarse directamente de azúcares que producen las plantas, y que éstos necesitan para su desarrollo. A cambio, captan del suelo nutrientes, minerales y agua que ceden directamente a sus hospederos (plantas), permitiendo colonizar suelos más pobres.
Si bien esta simbiosis mutualista beneficia a ambos individuos, las micorrizas obligadamente necesitan de un hospedero vivo para su supervivencia, es por esto que se las considera “biótrofos obligados”.
¿Qué tipo de micorrizas podemos encontrar?
Se conocen varios tipos de micorrizas. Una de las divisiones más características es si forman o no una estructura aérea y si a través de su micelio atraviesan o no las células radicales. Como resultado podemos encontrar:
- Ectomicorrizas: Producen carpóforos o setas (estructura que sale del suelo). Las hifas del hongo no penetran directamente a la célula de la raíz (intercelulares), tejiendo una red de carreteras conocida como “Red de Harting”. Están asociadas a las coníferas.
- Endomicorrizas: No producen carpóforos o setas. Las hifas atraviesan las células de las raíces de las plantas (sin afectarlas negativamente) produciendo una “elongación” de las raíces, a través del micelio extra-radicular que forma el hongo. Estas micorrizas son las más características y habituales, superando el 80% del total de las existentes.
A su vez, las Endomicorrizas pueden subdividirse en varios tipos. Las más nombradas son:
- Micorrizas Ericoideas: es la más simple y sencilla. Penetra formando ovillos o bobinas.
- Micorrizas Orquidoides: micorriza de orquídeas, imprescindible para su desarrollo y vida juvenil. Penetra formando ovillos o bobinas.
- Micorrizas arbusculares o vesiculo arbusculares (MVA): Penetran formando vesículas alimenticias y arbúsculos que se ramifican dicotómicamente. Es el género más implicado en la agricultura, llegando a tener un 90% de implicancia sobre las demás. Todos los preparados o productos utilizados para la fertilización de cultivos tienen como base estas micorrizas.
Micorrizas arbusculares, las más utilizadas en agricultura
Las micorrizas son un grupo de hongos “monofiléticos”, esto quiere decir que todas provienen de un único antepasado común.
La micorrización se establece entre el 97% de las plantas terrestres y las micorrizas arbusculares. Estas asociaciones son tan estrechas que ambas partes, plantas y hongos (MA), ceden un poco de su identidad propia convirtiéndose en un “supra-organismo”. Cada centímetro (1cm) de raíz micorrizada equivale aproximadamente a 3 metros de hifas, esto nos demuestra el mayor poder exploratorio que van a disponer las plantas, sumándole una mayor estabilidad en su arraigamiento.
Cada espora de MA posee alrededor de 9.000 núcleos, con una base biológica común, lo que supone una gran capacidad de supervivencia y con un proceso de micorrización muy efectivo.
Las especies de MA no compiten entre ellas, respetando los nichos elegidos por cada una. Esto genera una mayor diversidad ante situaciones de estrés abiótico o cambios climáticos.
¿Qué beneficios brindan a las plantas?
Las micorrizas son simbiontes obligados, por lo que necesitan de un huésped (plantas) para poder sobrevivir. Esta unión como antes se mencionó beneficia a ambas partes. Las micorrizas arbusculares brindan:
- Aumento de la superficie de exploración radicular.
- Mayor eficiencia de captación de nutrientes (nitrógeno, fósforo, magnesio, manganeso, zinc, etc.), que a las plantas por si solas les cuesta obtener.
- Son equilibrantes de la absorción/ retención de cobre, secuestrando el exceso y regulando su contenido en el suelo.
- Aumento de la capacidad de absorción de agua por la planta.
- Permiten la supervivencia y producción en lugares más pobres donde las plantas se encuentran muchas veces en situación de estrés (sequía, salinidad, etc.)
- Protección física y química ante hongos patógenos y nemátodos.
- Ayuda a la formación de agregados de suelo por adhesión de partículas.
Momentos y formas de aplicación
Las formas de aplicación varian según los distintos tipos de riego que encontremos en cada región. Los más comunes métodos pueden ser fertirrigación (superficial, goteo, aspersión), drench con mochila o tractor.
Las formulaciones líquidas y en gel son unas de las más efectivas, ya que las poblaciones de MA se encuentran más activas en el mismo medio.
Los momentos más adecuados de aplicación de micorrizas al cultivo son:
- Plantines: al momento de transplante mediante inmersión de bandejas. Unos 10 días después del transplante, nos asegura la máxima instalación.
- Cultivos hortícolas: una vez en campo dejar pasar unos 15 días para su aplicación.
- Vid, frutales, olivos: en estos cultivos disponemos de dos momentos muy importantes. Primero cuando comienza un nuevo ciclo, con la primavera, donde encontraremos raicillas nuevas. Segundo, luego de cosecha donde vuelve a producirse un nuevo crecimiento radicular. Siempre teniendo en cuenta que las micorrizas arbusculares necesitan de un huésped vivo (raíz) para su desarrollo y reproducción.
Otras consideraciones
La aplicación de fungicidas de síntesis pueden disminuir la capacidad de desarrollo de las MA, por lo que sería recomendable no utilizarlos en el mismo momento.
En el caso de la utilización de trichodermas, es recomendable no aplicarlas en el mismo momento, ya que se genera una competencia con las MA, disminuyendo el proceso de micorrización. Lo recomendable es distanciar las aplicaciones de estos dos hongos en el tiempo, para la efectividad de la acción de cada uno.
Simbios y sus aportes en micorrizas
Los buenos resultados obtenidos con el uso de micorrizas han sido claves para que a nivel mundial el mercado hoy se sitúe en US$ 1.180 millones, de acuerdo a la firma de inteligencia de mercado Mordor Intelligence. Quienes a su vez proyectan que para el año 2029 esa cifra se elevaría a los US$1.870 millones.
Es importante destacar beneficios que nos brindan las micorrizas arbusculares al ser asociadas con otros microorganismos benéficos como promotores del crecimiento radicular (PGRS), fijadores de nitrógeno, solubilizadores de fósforo, potenciando el “efecto positivo” sobre las plantas, gracias a estos consorcios. A su vez actuando como protectoras ante patógenos por ejemplo nemátodos, horngos patógenos, etc. Debido a todos estos beneficios las micorrizas son consideradas bioestimulantes y bioprotectoras, situándolas como un excelente biofertilizante.
Desde Simbios a través de nuestro socio estratégico BLOEMEN contamos con un producto denominado PROMOTOR DE CRECIMIENTO RADICULAR. Éste es una enmienda biológica que nos provee de microorganismos (Micorrizas arbusculares, Azospirillum brasilense y Pseudomonas fluorescens) nutrientes (macro y micronutrientes), ácidos húmicos y fúlvicos. Obteniendo como resultado: aumento de la cantidad de raíces y pelos radiculares, incremento de la disponibilidad y captación de nutrientes, aumento del rendimiento, calidad y sanidad de los cultivos.
Fuente:
https://www.um.es/eubacteria/Primeras_Tesis_Doctorales_sobre_Micorrizas.pdf
Brundrett, M.C. (2002). «Coevolution of roots and mycorrhizas of land plants»
https://ciaorganico.net/documypublic/200_infoagronomo.net_Micorrizas-beneficios.pdf
https://www.agrositio.com.ar/noticia/222560-uso-de-micorrizas-para-mejorar-la-produccion.html
Más información en https://simbios.com.ar/