Una cepa que encontró en Argentina su identidad sanjuanina.

Para celebrar al Syrah en su día, nos dimos el gusto de conversar con el sommelier y licenciado en comunicación social Juan Giacalone, quien hace varios años se encuentra involucrado en el desarrollo y el posicionamiento de Origen San Juan. Porque si hablamos de Syrah no podíamos omitir que tan legendaria y antigua cepa se expresa de manera excepcional en esa provincia cuyana.

  • ¿Te gusta el concepto de San Juan como tierra del Syrah?

San Juan y Syrah sintonizan de maravilla. Muchos consideran que la cepa insignia de San Juan es el Syrah. Se ha adaptado maravillosamente bien a los distintos oasis productores sanjuaninos, a los clásicos y a los de mayor proyección, como Calingasta y Pedernal.

  • ¿Por qué considerás que el Syrah ha logrado tan buena adaptación en San Juan?

El Syrah es una variedad originaria del Cáucaso, de gran adaptación al Valle del Ródano en Francia. Esta región es mucho más templada, por lo cual es una variedad que se adapta bien a esas condiciones, fundamentalmente en Hermitage, en Côte Rôtie, Côtes du Rhône, todos lugares emblemáticos para la producción de esta cepa. Y nada es casual. Porque estos terruños comparten ciertas características con San Juan. Los climas sanjuaninos son también templados, y la Syrah se desarrolla con mucha elegancia y tipicidad varietal.

La tendencia que estamos viendo en los vinos argentinos es de baja intervención: el vino como fiel reflejo de la uva y la uva, fiel reflejo del terroir. Esa identidad maravillosa que está teniendo el vino argentino se debe a la poca intervención en bodega, es decir, acompañar el proceso natural del vino, rescatando su tipicidad. Y creo que San Juan lo ha conseguido y con distintas versiones de Syrah. Syrah que no tienen nada de madera, fermentados con levaduras nativas, pasando por grandes Syrah que tienen mucho proceso enológico: crianza en barricas de 9 a 12 meses, con barricas de primer uso. La Syrah es una variedad que se adapta muy bien a distintos estilos, sumado a que los terroirs otorgan las condiciones necesarias para la expresión del cepaje.

  • ¿Cuál es tu opinión sobre los Syrah de otras zonas de Argentina?

Me encantan. De Mendoza lo que más me gustan son los de San Rafael, los Syrah de zonas más templadas como los oasis del Valle Central, del Este. Son otros estilos. Cuando hay más frío, la Syrah se da con mayor elegancia, mayor acidez, una fruta más fresca. Y cuando hay zonas más templadas regala otras expresiones. Me gustan todas las versiones de Syrah. Es una variedad que siempre me llamó la atención. ¿Te acordás de “El caballero de la cepa Syrah” que hacía Silvita Corti? Ese Syrah me encantó en aquel momento y te hablo de 20 años atrás.

  • ¿Qué lugar ocupa esta variedad en el gusto del consumidor argentino? ¿Tiene potencial de crecimiento?

Creo que el argentino está muy afectado por el Malbec, en el mejor sentido de la palabra. Nos reconocen internacionalmente por el Malbec y hay una gran gama de vinos elaborados con este cepaje. Pero, yo veo consumidores inquietos y esta inquietud los lleva a revalorizar variedades clásicas que estaban un poco abandonadas, nuevos estilos de elaboración y también cosas nuevas, productores nuevos y estilos de vinos distintos. Ahí encajan variedades que podríamos llamar “alternativas al Malbec”, no en cuanto a descubrimiento porque son muy antiguas, pero sí a su gran potencial. Y el Syrah no escapa a esta tendencia.

  • Además de su expresión como vino 100% varietal, ¿cuáles son los mejores compañeros del Syrah para un blend?

A mí me gusta mucho con el Malbec. También he visto algunas combinaciones con Tannat y me han gustado. Porque la verdad que son distintas las cosas que aporta el Malbec o el Tannat. La elegancia natural del Syrah, su fruta negra, ese perfil especiado tan típico se asocia muy bien con la estructura de un Cabernet Sauvignon, la columna de un Tannat o incluso con ese tanino tan redondo y seductor de un Malbec. Yo creo que combina de maravillas con esas tres cepas.

Soy un fanático de los vinos del Ródano. Todo lo que es Syrah, Grenache, Mourvedre me parece maravilloso. Estamos hablando de un estilo de Châteauneuf-du-Pape, estilos consagrados a nivel internacional. Esas variedades: la Garnacha o Grenache y el Mourvedre están de moda, todo el mundo las quiere probar. Y en el corte con Syrah nacen vinos maravillosos. Ya hay en Argentina quienes se animan a hacer ese blend del potente trío GSM, con versiones espectaculares.

  • Respecto del Syrah en otros lugares del mundo, ¿cuáles son los rasgos característicos de este varietal en Argentina?

Fruta negra, fruta roja y toques especiados. Es una variedad con un buen potencial de envejecimiento porque aparecen aromas terciarios muy interesantes, eso que llamamos cuero, corral. Si está con madera aparecen tabaco y algunos rasgos terrosos que evolucionan muy bien. Estos descriptores emulan más a los vinos del Ródano. Otros estilos de Syrah en el mundo son los de Barossa Valley, sur de Australia. Sabemos que el Syrah es su carta de presentación. He probado varios vinos de esa zona y son excepcionales. Pero los nuestros no se quedan muy atrás, incluso en distintos niveles de precios, lo cual está buenísimo y no podemos dejar de mencionarlo. Porque un gran vino de partidas limitadísimas, una microvinificación, rara vez te va a decepcionar, porque el enólogo está poniendo su nombre en esa creación. Pero hay bodegas en San Juan, de naturaleza más industrial que elaboran cientos y cientos de litros de Syrah de una manera correcta y también hay productores que elaboran 2.000 botellas. Y ambas versiones son valiosas y claramente expresan características diferenciales.

  • ¿Te animás a recomendarnos maridajes para el Syrah?

Yo soy un sommelier disruptivo. Siempre pienso que no hago maridajes con caviar y con centolla porque dudo que abras la heladera y tengas esos productos. Mi primera recomendación para las versiones jóvenes de Syrah es que se sirvan a 14°, 15° C y mucho más en verano para que el vino esté fresco y acompañe una situación casual de consumo. Y para esos vinos yo voy a por unas milanesas fritas, que queda espectacular. También con una pizza queda genial. O con una hamburguesa, incluso en sus nuevas versiones más cancheritas, hechas con cordero, por ejemplo. Y si querés una comida un poco más elevada, por decirlo de algún modo, puede quedarse buenísimo con un chivito malargüino a la llama, con unas papitas hechas a la chapa o con un cordero patagónico, con algo de hierbas: salvia, romero, tomillo. Ahí buscaríamos similitudes en el acuerdo con el vino, porque una comida con especias te va a levantar el perfil especiado de la Syrah.

Acerca de Juan Giacalone

Es Licenciado en Comunicación Social de la UNCuyo y Sommelier Profesional de CAVE. WSET III. Ha realizado posgrados en España, Italia y Canadá, con especial orientación en organización de eventos, hospitalidad y negocios. Tiene una vasta experiencia en el mercado del mundo del vino. Ha participado como jurado en diversos concursos internacionales y en el ámbito docente se ha desarrollado en distintos organismos como la UNCuyo, Universidad de Belgrano, UAI, Escuela Argentina de Negocios y Winexperts. Posee una gran trayectoria en la generación de contenidos, creación y posicionamiento de marcas del mercado de lujo y eventos del sector vitivinícola. Es co propietario de FAN Representaciones, DobleV y Mundo Sur Natural. Actualmente se encuentra involucrado en el desarrollo y posicionamiento de Origen San Juan en el mercado nacional e internacional.

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